Paola...,
de algún modo, encontrarnos era inevitable,
yo pasaba siempre por ahí
por andurriales lejanos y tranquilos...
y vos..., tan linda..., lástima que yo..,
¡no importa, no importa...!
Tu sonrisa cómplice fue tu presentación
a las diez de la noche o poco antes...
Y bastó una larga sonrisa para conocernos;
éramos ya viejos amigos..., es más,
sin decir palabras habíamos
compartido algún secreto.
Nacida antes que nosotros,
una alegre amistad nos unía.
No comments:
Post a Comment